En términos simples son criaturas mutadas por la radiación en el universo de Fallout.
En el vasto y desolado mundo de ‘Fallout’, poblado por los restos de una civilización perdida y la radiación que impregna cada rincón del paisaje, los Ghouls emergen como una de las facciones más intrigantes y misteriosas. Estos seres, una vez humanos, han sufrido las crueles garras de la radiación nuclear, emergiendo transformados, pero no desprovistos de humanidad.
¿Qué son exactamente los Ghouls en el universo de ‘Fallout’?
Se les conoce como Ghouls a los seres humanos o animales mutados por la radiación, afectados por un proceso conocido como ghoulificación. Aunque su apariencia podría evocar imágenes de zombis descompuestos, la realidad es diferente: la carne de los Ghouls no está podrida, pero la radiación ha devastado su piel, músculos y ligamentos, otorgándoles una apariencia grotesca y, en algunos casos, conduciéndolos a la locura.
A pesar de sus deformidades y de la intolerancia que enfrentan por parte de los humanos no mutados, los Ghouls conservan su humanidad en diferentes grados. Algunos mantienen su cordura y llevan vidas relativamente normales, mientras que otros caen en la desesperación y la violencia. Sin embargo, todos ellos tienen una esperanza de vida anormalmente larga y una inmunidad casi total frente a la radiación.
Relevancia de los Ghouls para la franquicia ‘Fallout’
En la franquicia ‘Fallout’, desarrollada por Bethesda, los Ghouls han sido una característica distintiva desde Fallout 3, revitalizando el mundo postapocalíptico con su presencia única. Aunque inicialmente podrían parecer simples enemigos para los jugadores, los Ghouls han demostrado ser mucho más que eso: son seres complejos con historias propias y una variedad de destinos posibles.
Ahora, con la anticipada serie de televisión inspirada en ‘Fallout’, el Ghoul interpretado por Walton Goggins emerge como un personaje central: un cazarrecompensas con una larga historia y una moral ambigua. Su longevidad, resultado de su exposición prolongada a la radiación, le ha otorgado una perspectiva única sobre el mundo y sus habitantes.